Chubut Volley dejó el “cuatro de copas” y peló un ancho de espada

El cuarto año de la franquicia de Chubut Volley es sin dudas uno de los más importantes hasta ahora. Afianzado en todos los aspectos, el equipo alcanzó una identificación total con sus seguidores, consolidado en su planteo de juego y comprometido con su papel en la Liga Argentina y en el desarrollo del voley chubutense.
Desde luego que no fueron todas rosas al inicio de la temporada. Fue una de las últimas franquicias en confirmar su continuidad y además vio recortado en un gran porcentaje su presupuesto. Sin embargo, esto no le impidió mantener la base del equipo del año pasado y sumar jugadores con hambre de gloria, en una plaza seria que cumple lo que promete.
De la mano de Horacio Dileo, decidieron continuar esta temporada jugadores como Nicolás López, el mundialista Pablo Hruby, Ignacio Forastiero, Francisco Russo, Ricardo Ferreiro, Agustín Sorgue, Carlos Alaniz, y regresaron dos viejos conocidos como Miguel García y Hernán Zuravsky. A ellos se sumaron el armador Diego Gutiérrez, el punta Gonzalo Campaña y el central chubutense Pablo Guzmán. Los jugadores locales también le pusieron el hombro a esta temporada, con la participación de Víctor Paiola, Roy Patterson y Maxi Franco. Junto a su asistente y amigo, Ricardo Bollonine, y el resto del cuerpo técnico, Chubut puso primera en el torneo 2009/10, con un comienzo brillante.
Tres partidos consecutivos de visitante, con dos victorias (una de ellas en Formosa), los dos triunfos frente al campeón Drean Bolívar (en Buenos Aires y Chubut) y la construcción de una localía fuerte, fueron las bases para cimentar un presente exitoso de los “Pingüinos”, que se mantuvieron a lo largo de la primera parte del torneo entre los tres primeros.
Quizás, como un método de mitigar la presión en sus jugadores, el entrenador Horacio Dileo marcó de entrada la cancha y anticipó que Chubut sería en la Liga un “cuatro de copas”, pero a la luz de los resultados obtenidos, esa frase fue perdiendo credibilidad en sus rivales…
"Yo, cuando siempre digo el cuatro de copas, lo digo con un respeto muy grande a los jugadores", indicó el DT. "Pero es cierto que por nosotros, los cálculos que se hacían eran diferentes a los que hoy se hacen. Ahora hay que poder mantener esto porque viene lo más difícil. Yo me doy cuenta que los rivales preparan los partidos y se habla de nosotros de una manera diferente ahora, que cuando empezamos. Ahora no somos más una Cenicienta, o una sorpresa. Ahora somos una realidad y ya llevamos más del 50% de la Liga y estamos terceros, y eso nos va a costar muchísimo mantenerlo. Pero para eso está bien el descanso, está bien que podamos reordenar un poco las ideas. Ya lo necesitábamos, así que estamos tranquilos y sobre todo valorando mucho lo que hemos hecho en el día a día".